Parroquia de San Pedro
¿Por qué conformarte con lo local si puedes optar a lo universal? La comunidad cristiana de San Pedro sale a tu encuentro..
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Los orígenes de la parroquia se pueden situar en alguna capilla en honor a San Antonio de Padua que hubiera en el barrio. Suponemos que habría que remontarse a antes de los tiempos de la creación del barrio.
Con respecto a la casa donde hoy se levanta el templo, puede que esté documentada su compra en los archivos de la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva (y con toda seguridad en el Obispado), puesto que pertenecía a su demarcación pastoral la calle donde se ubica. El Oratorio-Capilla de esa casa se hizo en tiempos del párroco Don Antonio Guerrero, viviendo en ella un tiempo D. Manuel Rodríguez de la Rubia, que regentó una pequeña escuela. (Datos recogidos de “Itinerario Pastoral”, Jesús Cañas, 2017).
A comienzos de los ochenta del siglo XX, D. Jesús Cañas llega a Tomelloso procedente de Argamasilla de Alba como coadjutor de Santo Tomás de Villanueva junto con D. José Vicente. Entre los años 1981 y 1982 se fue fraguando la consolidación de la Parroquia de San Pedro como una comunidad viva e independiente de Santo Tomás “la parroquia del Asilo”. Por aquellos entonces D. Jesús daba clases en el Instituto y comenzó a proponer la llamada al evangelio a algunos jóvenes de la Parroquia de Santo Tomás formando un grupo. Algunos de esos jóvenes, pertenecientes a la demarcación de la Parroquia de San Pedro, aún siguen colaborando en las actividades de esta comunidad parroquial.
En 1982, Don Rafael Torija nombró a D. Jesús como párroco de San Pedro, y ahí se puede situar el recorrido más reciente de esta comunidad de convocados por Cristo. En octubre de 1982 se inauguró la Parroquia de San Pedro en el patio de la Escuela de San Antonio, reservándose el Santísimo en la casa-capilla de San Antonio (hoy templo parroquial de San Pedro).
Fueron años de gran ilusión y actividad pastoral en los que las necesidades para las catequesis y celebraciones, sobre todo de comuniones y bodas, obligaron a tener la misa dominical en el antiguo colegio de San Antonio y a algunas reformas en la casa.
Se necesitaba un espacio más amplio. La divina providencia hizo que Lola, una benefactora de la Parroquia, ofreciera por entonces una gran nave de su casa hasta que la parroquia contase con unos espacios amplios y dignos. El 26 de octubre de 1983, el obispo D. Rafael Torija aceptó el ofrecimiento de este local como lugar de funciones parroquiales y de reserva del santísimo. Las Primeras Comuniones de 1984 ya se celebraron allí.
En la casa de la calle Cabo Noval se hicieron algunas reformas para tener reuniones y se solicitó ayuda al Ayuntamiento y a las otras parroquias de la localidad, se hizo una recogida de firmas entre todos los vecinos de la parroquia solicitando fondos y se hicieron colectas. Era una zona humilde de la periferia pero queríamos estar en espacios dignos. Ya estaba en mente la adquisición de algún solar y la construcción de un templo. Necesitábamos ayuda, pero no dejábamos de ahorrar con rifas, mercadillos y con el quiosco de la Romería.
Fruto de estas actividades, de la ayuda de instituciones, de las otras parroquias, de la colaboración del Obispado y de algunos préstamos bancarios se pudo inaugurar el actual templo de la Calle Cabo Noval nº 44 un 19 de marzo de 1994. El templo es muy moderno, sencillo y funcional y no carece de ningún elemento que podamos esperar en una iglesia católica. Tiene un amplio acceso desde los pies de la nave con una reja a la calle. Los accesos laterales a los bancos están flanqueados por 12 columnas, 10 rectangulares y 2 circulares (estas últimas sirven de apoyo al coro). Son emblemáticas las imágenes de la Virgen de La Alegría, las tallas de diferentes santos y la vidriera y el cuadro de San Pedro Apóstol.
El 25 de septiembre de 1999 tomó posesión de la parroquia D. Manuel, que estuvo con nosotros hasta 2002. Fueron años de consolidación de la vida parroquial en los que maduraron los grupos de catequistas y de matrimonios.
El 15 de septiembre de 2002 recibimos a D. Felipe. Su gobierno estuvo caracterizado por un intenso trabajo en los más diferentes frentes. Gran aficionado a la música, la liturgia se enriqueció y se llegó a formar una asociación musical que formó a cantores y guitarristas de nuestra parroquia. Su juventud removió a los adolescentes, jóvenes y catequistas y nos sacó muchas veces de nuestra pequeña comunidad para participar en multitud de encuentros tanto diocesanos como nacionales. Nuestro párroco vivió de alquiler unos años hasta que se vio la oportunidad de comprar la casa que estaba junto al templo y que hace esquina con la calle San Antonio. Esta vivienda se adquirió en septiembre de 2005. Desde entonces los sacerdotes que nos gobiernan pueden fijar su residencia junto a la parroquia.
Ya era una buena racha para una parroquia joven en un lugar periférico de Tomelloso el haber contado siempre con sacerdotes jóvenes tan buenos y residiendo en nuestro barrio, pero quiso Dios que siguiera la buena suerte y el 19 de septiembre de 2009 tomó posesión D. Federico. Su talla humana y espiritual y su compromiso con la Iglesia son memorables. Nos hizo crecer aún más y
embelleció el templo con una pintura de S. Pedro Sedente donde antes estaba una vidriera con el mismo motivo que se subió como tragaluz a las plantas de arriba de la Iglesia.
El cuadro está situado a la izquierda del altar detrás de la pila bautismal.
A una parroquia llena de bendiciones no le podía faltar otra más. De esta manera, en septiembre de 2015 toma posesión D. José Luis Merino. Con una juventud llena de experiencia pastoral nos lleva acompañando hasta hoy. Su compromiso y fidelidad con la comunidad de San Pedro seguro que llenarán más de una crónica en nuestra parroquia y en la recientemente creada Unidad de Acción Pastoral de la que formamos parte los parroquianos de San Pedro Apóstol.