En plena campaña de temporeros en Tomelloso y con la mirada puesta en el 25 de septiembre, fecha en la que celebraremos la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, queremos hacer un llamamiento a los cristianos de la Iglesia en Tomelloso.
El Papa Francisco, bajo el sugerente lema de “Construir el futuro con los migrantes y refugiados”, quiere poner en valor la oportunidad que supone para las sociedades de acogida recibir al forastero, tal y como nos manda Jesús en el Evangelio.
Sabemos que, cuando llega el verano, se habla mucho en nuestro municipio de seguridad ciudadana y que la convivencia con personas de otras culturas y nacionalidades presenta importantes desafíos. Sin embargo, los argumentos que identifican inmigración y delincuencia están basados en un discurso que nada tiene que ver con la mirada que nos sugiere el Papa Francisco. Por eso, como comunidad cristiana, estamos llamados a defender la dignidad de todas las personas, a practicar la justicia y a reivindicar el acceso a los derechos humanos.
Desde Cáritas llevamos años denunciando la dificultad de los temporeros para encontrar alternativas residenciales dignas durante el tiempo que están en Tomelloso para las campañas agrícolas, así como los obstáculos legales que tienen para trabajar aquellas personas que están en situación administrativa irregular. El futuro que queremos construir juntos con los migrantes y refugiados está basado en la fraternidad y la justicia. ¿Querríamos que se identificara con delincuencia a todos los tomelloseros que emigraron a Ibi o a algunos países de Europa en busca de trabajo?
El discurso del Evangelio camina en el sentido de la acogida y de crear las condiciones que permitan que todos podamos desarrollarnos plenamente.